Este post pertenece a la categoría “La Comunidad de CREANDO al habla”. Mediante un post a las preguntas que me envían mis suscriptoras y suscriptores.
“Una vez leí que todas las escritoras deberíamos escribir el tipo de historias que nos gustaría leer por eso tengo ganas de escribir diferentes géneros, drama romántico, intriga, fantasía… Pero es solo con este último con el me siento cómoda. Me lo paso bien escribiendo, creando un universo desde cero e inventando las leyes que lo rigen. Hay momentos en los que me asaltan las dudas, por supuesto, pero por lo general estoy satisfecha con el resultado y sobre todo con el proceso.
Cuando escribo otro tipo de historias para relatos cortos no siento esa satisfacción. Aunque no me apasione tanto el resultado gozo haciéndolas igualmente y para mí, eso es suficiente, pero el problema llega cuando me planteo escribir una novela del tipo que yo llamo «serio». Siento que no me sale bien, no me gusta el resultado y lo que es peor, aunque me apetece hacerlo, el camino es tan tedioso que no lo disfruto. Cuando leo tus post me siento identificada a medias por este motivo. Si estoy con una historia fantástica no tengo problemas de inspiración, resistencia, procastinación o miedos, sin embargo, si pienso en otras historias (muy bien estructuradas en mi cabeza, pero que casi no han visto el papel) todos esos fantasmas vienen a mí formando un ejercito.
Mi pregunta es ¿hasta qué punto merece la pena esforzarse? La recompensa de finalizar tu obra es inmensa y compensa todo el sacrificio hecho hasta llegar ahí pero ¿no deberíamos disfrutar también del viaje y no sólo del destino? ¿deberíamos salir de nuestra zona de confort o divertirnos en ella? ¿crees que hay ciertas cosas que se nos dan especialmente bien de manera innata o que con trabajo cualquiera puede lograr cualquier cosa?
Al final ha sido más de una pregunta, espero que una explicación tan extensa te sirva para entender mi duda. Un saludo,
Clarisa
Mi primera reacción así al leer tu pregunta fue, pues si te lo pasas bien escribiendo historias de fantasía, no te james el coco y sigue haciéndolo. Además sé que el resultado te queda bordado porque aún recuerdo perfectamente tu relato que ganó el concurso de las ESPUELAS en el 2015.
Está claro que se te da bien, así que aprovecharía y me convertiría en la mejor en ese género. Hay mucha gente a la que escribir historias de fantasía le resulta muy difícil y por mucho que lo intentan no les sale, así que antes que nada sé consciente del don tan único que tienes entre manos y explótalo al máximo. Te aviso que hasta te puede dar de comer. Si no, mira a la Rowling.
Tampoco creo que escribir otro tipo de género sea más “serio”, aunque no soy tonta y, claro, también me he percatado de lo que se dice en los medios “serios” para considerar una novela como “seria”. Ya vimos en el post de hace unas semanas, que “los que mandan” son los que establecen cuál es el criterio con el que se debería considerar una obra como “obra de calidad”.
Así que no es de extrañar que en el inconsciente colectivo la novela fantástica esté considerada como ‘no seria’. Pero eso es algo subjetivo. A mi me parece un trabajo muy serio porque sé que a mí en particular me costaría mucho trabajo.
En cualquier caso, intentaría averiguar cuál es la razón de fondo por la que te estás queriendo retar a escribir en otro tipo de género.
¿Cuál es tu porqué?
Querer escribir lo que te gustaría leer, me parece una razón muy legítima.
Pero presiento que hay algo más: al parecer se te está ocurriendo una idea que encaja mejor en ese otro género ‘serio’ que desearías probar. Si esta idea sigue aporreando a tu puerta es que al final le va a tener que hacer caso, porque no parece que tenga la intención de marcharse. Y si esta idea no se puede contar en forma de historia de fantasía, me temo que no te va a quedar más remedio que intentar el otro genéro que tienes en mente. Hasta que lo hagas, no te va a dejar en paz.
Así que averigua el trasfondo de tu porqué como te cuento en este post y trata de recordarlo cada vez que te sientes a escribir. Esa motivación es lo único que te va a ayudar a terminar el proceso que experimentas como tedioso.
Y, ¿por qué experimentas este proceso como tedioso y el otro no?
No lo puedo saber con certeza, pero pensar que estás escribiendo algo muy ‘serio’ puede hacer que vivas el camino como algo muy pesado de lo que deseas escapar.
Es mejor cambiarle la etiqueta que le has puesto.
Quizás tienes que verlo mejor como un juego. Acercarte a este proyecto con la misma despreocupación con la que te acercarías a un nuevo proyecto de historia fantástica.
Piensa que son sólo un puñado de palabras. Aún tengo presente la imagen en la que Elizabeth Gilbert durante su conferencia en Ámsterdam, arrojaba el libro al suelo con fuerza y decía: “por dios, ¡es sólo un libro!!!, no es un bebé”.
Si te acercas al proyecto exigiéndole ya que cumpla unas expectativas que tienes en tu cabeza, te aseguro que vas a estar en ascuas desde la primera frase. El miedo a hacerlo “como no es debido” es muchísimo mayor.
Es necesario que seas más amable contigo durante este proceso y que te digas que a ti misma que con la práctica todo se consigue.
Piensa en un niño pequeño y cómo se está esforzando por subir las escaleras por primera vez. No lo está haciendo como se debe, de un modo “serio”, pero las estás subiendo, está llegando arriba y tú le estás diciendo que lo está haciendo muy bien para que no se desanime y consiga así llegar al último escalón.
Pues trátate a ti misma de ese modo con este nuevo proyecto que yo, sin duda, empezaría y sobre todo intentaría acabar.
Anota cuántas historias de fantasía has escrito ya y cuántas de este nuevo género, ¿son el mismo número?
Entonces quizás es normal que necesites escribir muchas más en el nuevo género hasta conseguir sentirte a gusto en esa nueva modalidad, ¿no te parece?
Empieza con la primera y ya verás cómo durante el proceso de empezar, seguir y llegar a terminar, descubrirás cómo hacerlo mejor una segunda vez.
Y cada vez que te sientes a escribir este nuevo proyecto, recuerda aquella frase que decía de Pippi Calzaslargas: «No lo he hecho nunca, así que creo que puedo hacerlo».
Te ayudará a no tomártelo tan en «serio».
COMO SIEMPRE TAN FASTASTICO, COMO UTIL TU CONSEJO. OTRA VEZ MIL GRACIAS, ES QUE EL CAMBIO HACE BIEN, PUES MUCHAS VECES NO CREEMOS EN NUESTRAS HABILIDADES, NI PENSAMOS EN QUE PODEMOS HACER OTRO GIRO, Y ESE SALGA ESTUPENDO. NOS ENGANCHAMOS PORQUE ESTO SIEMPRE ESTA A MI GUSTO, Y ESO ES TEMOR AL CAMBIO. HASTA PRONTO.
Antes de nada, muchísimas gracias por responder.
He leído el post varias veces, con mucha calma, me he tomado mi tiempo para digerir toda la información y después de darle muchas vueltas he llegado a una conclusión.
Creo que el problema es que me exijo lo mismo escribiendo uno u otro género y no son la misma cosa. Estuve años diciendo que no me gustaba conducir y lo que realmente no me gustaba era no sentirme cómoda por no tener la suficiente destreza. Con la práctica esa aversión ha desaparecido.
Lo de ser amable conmigo misma me lo anoto en negrita y subrayado 😉
Y desde aquí animo a todo el mundo a que lo intente, lo que sea que quieran hacer. HACERLO MAL ES UN PASO MÁS AVANZADO QUE NO HACER NADA.
Muchas gracias Kristina. Un abrazo fuerte. Y un saludo a toda la comunidad de Creando 🙂
Me encantó la frase de Pippi Calzaslargas !!! (Gracias por compartirla) y ya me la estoy anotando para cuando pruebe mi próximo «nuevo» género, al que le estoy teniendo ganas desde hace unos años, una novela infantil. La frase de Pippi me la guardo para el inicio.
Bella Kristina!!, saludos a toda la Comunidad de Creando!