Este post pertenece a la categoría “La Comunidad de CREANDO al habla”. En esta categoría respondo mediante un post a las preguntas que me envían mis suscriptoras y suscriptores.
¿Es posible la Escritura de ficción mientras leemos ficción? O al revés… ¿es posible leer ficción mientras intentamos escribirla? A mí me resulta muy difícil; incluso puede impedirme escribir muchas veces. Sin embargo Leer es de las cosas que más me gustan en el mundo y no estoy dispuesta a abandonar eso por el deseo de Escribir. Trato de que convivan aunque sea alternándolas. Un año Lectura, otro año Escritura, y así. (me refiero sólo a la ficción, con los ensayos, cartas, poemas, sí me es posible escribir al mismo tiempo).
Mariana, Argentina
Bueno Mariana, no eres la única.
A mí me personalmente no es que me impida escribir si a la vez estoy leyendo ficción. Lo que me pasa es que de repente me dejo influenciar demasiado por la novela que estoy leyendo. Esto es algo que he descubierto hace poco.
Y debe de ser que le pasa a mucha gente porque en el libro de Dorothea Brande tiene un apartado en el que explica que “el estilo se contagia”. E incluso te dice que hagas la prueba de leer una novela durante 15 min. y después seguidamente te pongas a escribir. Pruébalo. Te sorprenderá descubrir cómo, sin querer, se te ha pegado el estilo.
No me parece algo peligroso si estás en la onda de escribir tus 10MIN diarios como práctica. Así vas probando diferentes estilos y te vas sorprendiendo a ti misma. Pero si estás escribiendo ya un proyecto (un relato o una novela), pues sí que puede resultar peligroso. Al final, si se te pega el estilo de la otra persona, apagas tu voz. Y es eso justo lo que quieres que se vaya despertando poco a poco en tu proyecto: TU VOZ.
Tu propia voz es algo que vas descubriendo a medida que escribes tu proyecto. Si lo que tienes entre manos es un relato largo o una novela, yo te recomendaría durante esa fase no embarcarte en la lectura de ficción, a no ser que sea estrictamente necesario (por ejemplo, si tienes que entrevistar a alguna persona sobre su libro, como es mi caso a veces, o quizás una amiga tuya acaba de publicar y te encantaría leer su libro ya mismo).
Supongo que esto también dependerá del tipo de escritora que eres. Creo que las escritoras orgánicas tienen más tendencia a que se les pegue de todo. Quizás las planificadoras tienen menos problema con esto.
Pero ya te digo, que es algo que verdaderamente existe porque la gran maestra Dorothea Brande lo explica en su libro Para ser escritor. Es más, en mi caso, me puede incluso influenciar no sólo en el estilo, sino también en lo que quiero contar. Vamos, que estoy escribiendo una historia en la que tengo muy claro lo que quiero contar y de repente leo otra historia y empiezo a pensar por qué no contar algo así también.
Yo lo evito y recomiendo evitarlo. Soy también consciente de que no todo el mundo te dirá lo mismo.
Pero claro, ¿qué hacer? Porque todos tenemos tantas ganas de leer ficción. Y además se aprende un montón descubriendo cómo otras personas han solucionado tal o cual problema técnico que les ha surgido durante la novela y viendo cómo han ido tejiendo la historia poco a poco. Eso nadie lo niega. Es la mejor escuela.
Pues bueno, la idea que tú propones de alternarlo, me parece muy buena. Lo importante es ser consciente del modo en el que leer la obra de otros te influye en la tuya. Una vez que te has dado cuenta, pues ya consideras tú cuál es la distancia adecuada en el tiempo para separar lo uno de lo otro.
Yo por ejemplo recuerdo que mientras escribía mi primera novela, fui dejando poco a poco de leer ficción porque me di cuenta de que se me pegaba demasiado.
Entretanto, iba apilando todas las novelas que quería leer cuando ya hubiera terminado la mía.
Una vez mi novela ya entró en la fase de producción, me tiré a saco con los libros.
Mi novela se fue a la editorial en marzo. Empezó la larga ida y vuelta del manuscrito para correcciones, edición, maquetación, prensa, portada…
Tuve desde marzo hasta diciembre que la editorial lanzó mi novela para ponerme morada de leer ficción.
Pero entonces te preguntarás ¿qué se puede leer mientras se escribe? Algo que también te sirva de algún modo para tu novela, pero que no apague tu voz ni te aparte de la historia original que querías contar.
Yo te doy estas 3 ideas que a mí me sirven. ¿Quizás las puedes añadir a los ensayos, poemas y cartas que ya tienes?
1. Biografías
No tienen por qué ser necesariamente biografías de escritores o escritoras.
Yo hace poco me he terminado la biografía de la mujer con la que Steve Jobs tuvo a su hija Linda. Se llama Chrisann Brennan y el libro El mordisco en la manzana.
La historia de Steve Jobs desde su propia perspectiva la conoce todo el mundo, pero ¿de qué te enteras si tomas la perspectiva de uno de los «antagonistas»?
Pues te formas una mejor idea de la psicología completa del personaje principal. Y bueno, en el caso de Steve Jobs, pues tela marinera.
Al fin y al cabo una misma historia se puede contar de diferentes formas y todo el mundo tiene su verdad. Algo que viene muy bien tenerlo presente a la hora de escribir tu propio proyecto.
Busca un personaje sobre el que en este momento te gustaría saber más y mira a ver si existe alguna biografía o autobiografía sobre él. El primero que te venga a la mente. Por alguna razón será que te llama la atención. Seguro que te aporta algo a la hora de profundizar la psicología de tus personajes.
2. Documentación
Quizás tu novela está ambientada en la Segunda Guerra Mundial, quizás en el Japón del siglo XXI o quizás tu personaje principal se dedica a arreglar bicicletas.
Hazte una lista con todos los libros de no ficción que puedan servirte para conocer mejor los instrumentos que se utilizaban en aquella época, las ropas que se llevaban y lo que la gente leía en los periódicos por aquellos días.
Si has elegido ubicar tu historia en ese contexto, será porque el tema te fascina, así que aprovecha para saber más de esa temática en concreto, hasta que casi te parezca que tú has vivido en esa época y tú misma has ejercido esa profesión. Tan enterada estarás del tema.
Y bueno, también puedes documentarte y leer no ficción sobre un tema que te apasione aunque no tenga nada que ver con tu novela. Por algo será que te llama tanto la atención, haz caso a tu instinto y agarra ese libro.
Yo ahora estoy leyendo mucho sobre “astrología” y así a primera vista no veo yo que tenga mucho que ver con el proyecto largo que estoy escribiendo. Al menos, de un modo consciente. Pero quizás es algo que se está gestando.
3. Libros sobre escritura creativa
Aquí también entran las entrevistas a escritores o escritoras sobre su obra y su trabajo. A mí me anima mucho siempre cuando estoy con un proyecto largo. Te das cuenta de que todo el mundo pasa por lo que tú estás pasando en estos momentos.
También puedes decantarte por libros que traten de una técnica en concreto: personajes, diálogos, construcción de una historia… Aunque de nuevo, yo ahí tendría un poco de cuidado. Saca del libro lo que tengas que aprender, pero no dejes que te dicte al dedillo cómo tienes que escribir una novela.
Tu voz ya está dentro de ti.
Y ahora tú, ¿cómo solucionas tú esta situación?
O, quizás, ¿no notas que te influye la lectura de ficción mientras trabajas en tu proyecto?
Cuéntamelo en los comentarios, tengo ganas de saber cuál es tu caso.
Gracias Kristina! Coincido con tus sugerencias y con tus apreciaciones… y también yo armo pilas de libros y novelas y me las doy de premio cuando termino de escribir algo. Las biografías también animan mucho – sean escritores o no – para ponerse manos a la obra, son inspiradoras en tanto son personajes históricos que han emprendido y hecho algo, o al menos a mí me inspiran mucho. Saludos desde Argentina!
Eso de verlo como una recompensa por el trabajo hecho, me parece muy buena idea Mariana!!!