Este post pertenece a la categoría “La Comunidad de CREANDO al habla”. En esta categoría respondo mediante un post a las preguntas que me envían mis suscriptoras y suscriptores.
Muchas gracias por tus consejos y tu atención, Kristina. Lo que quería es darte la gracias por tu dedicación y por darme esa pizquita de impulso. Bueno, eso y preguntarte algo:
Escribo casi todas las mañanas y me encanta, pero de momento no utilizo ese tiempo para crear historias, sino que lo hago de forma absolutamente espontánea, con lo primero que me viene a la cabeza.
Todas esas palabras dibujan algo; cuentan algo y sobre todo expresan, creo… pero no dejan de ser retazos de una historia o de una sensación. Como entrar en la sala del cine con la película empezada y levantarte antes de que acabe.
¿Se te ocurre cómo puedo escarbar en mis palabras para encontrar la historia que quieren contar? Porque, como te digo, problemas para escribir y escribir no tengo; mi problema es encajar esas palabras en la historia y en los personajes a los que pertenecen (¡no puedo pensar en escribir simplemente un libro de imágenes!).
Me encanta toparme con gente como tú, que me hace pensar que soñar sigue siendo una opción.
Rocío
Mil gracias por tu pregunta.
Lo primero Enhorabuena que por estar escribiendo todos los días. Ése es el primer paso para poner tu sangre creativa en movimiento. Tú lo estás consiguiendo.
Como habrás leído en PONTE LAS PILAS después de un tiempo escribiendo todos los días, es normal que de repente te empiecen a venir un montón de ideas y, sobre todo, que sientas esa necesidad de empezar a crear historias. Sí, de esas historias que tienen un título, un principio y un final.
Veo que hablas de la posibilidad de escribir un libro. Está muy bien que ya se te haya pasado esa idea por la cabeza, pues eso significa que tu relación con la escritura va a ser de verdad y por mucho tiempo.
Sin embargo, aunque es muy buena idea tener el objetivo de escribir un libro/novela a largo plazo, yo siempre suelo recomendar empezar por lo más pequeño e ir pasito a pasito.
Muy bien, ya escribes las escenas diarias. Quizás a partir de tu imaginación, quizás a partir de ESPUELAS. Perfecto, ése es el primer paso. Supongo que también habrás trabajado el nivel avanzado del anexo de PONTE LAS PILAS donde te explico como escribir esas escenas con calidad literaria, ¿verdad?
Bueno, pues una vez completado ese paso, sí que me parece que estás preparada para el siguiente.
Verás, escribir una escena es como sacar una fotografía: plasmas un momento que de por sí ya puede contar mucho. Pero hay un antes y un después de esa fotografía que es verdad no se cuenta con tan solo una escena.
Cuando te dispones a escribir un relato, lo que vas a hacer es profundizar en esa fotografía y convertirla digamos en un cortometraje. Se va a convertir en una historia, que luego siempre puedes utilizarla, claro está, para escribir una novela, que sería como un largometraje, pero en principio vamos a concentrarnos en cómo puedes pasar de tus escenas sueltas a tu primer relato. Ya verás qué subidón te va a dar cuando lo tengas ya escrito y sólo te falte buscar el título.
Para ello sigue 3 estos pasos y en este orden:
1. Escoge una de tus escenas.
Lo primero que vas a hacer es echar un vistazo muy rápido a todas esas escenas sueltas que ya tienes en tu cuaderno. No intentes pensar mucho.
Que sea una elección más bien visceral, nada racional. Piensa que al pasar las páginas, habrá seguramente un personaje de una de tus escenas que va a levantar la mano para que le escojas a él.
Quizás es ese hombre que estaba sentado en el café mientras hablaba por el móvil y gesticulaba sus manos tomando y dejando la taza.
Puede que sea la cajera del supermercado sobre la que escribiste el otro día mientras esperabas en la cola y describías cómo escaneaba los productos.
Escúchalos, qué personaje te está pidiendo a gritos que cuentes más sobre él.
Te aseguro que si te dejas llevar, vas a tener muy claro cuál de los personajes que pintaste en tus escenas quiere que escribas un relato sobre él.
Y, ¿sabes lo mejor de todo?
Que una vez que lo hayas escogido, luego no te va a dejar en paz ni un minuto durante los próximos días.
Se te va a aparecer bajo la ducha para contarte sus problemas. Mientras caminas te irá susurrando en la oreja todo lo que le gusta y lo que le disgusta además de sus traumas de la infancia.
2. Entrénate en percibir el pequeño drama.
A veces creemos que drama sólo es aquello bombástico que le pasa a una persona. Pensamos en separaciones, venganzas, persecuciones, celos, adulterios y asesinatos. Sí, es cierto, eso es un gran drama y puedes tener conflictos fantásticos en tu historia.
Pero mi recomendación muy personal (sé que otras personas te dirán otra cosa) es que sólo escribas sobre esos grandes dramas si de verdad te los cuenta tu personaje. No, porque sea algo chocante, porque esté de moda o porque haya aparecido casualmente en todos los últimos libros que has leído. No, sólo si tu personaje te cuenta de verdad que le pasó eso tan impresionante.
En los momentos que estés a solas, tú escucha a esa cajera del supermercado que describiste el otro día en la hora punta de su trabajo escaneando los productos.
Quizás su drama es simplemente que su novio tiene a su madre enferma en casa y que le acaba de avisar por teléfono de que esta noche de nuevo no pueden quedar.
Quizás es su novio el hombre del teléfono al que viste gesticular con el móvil en aquella cafeteria.
3. Escribe algo de tu historia cada día.
La misma perseverancia que te ha servido para escribir tus escenas todos los días, te servirá ahora para trabajar en tu historia cada día. Así la tendrás terminada en una semana
Los relatos tienen una energía muy fuerte y hay que aprovecharlos cuando están dando guerra en tu cabeza. Si no, en seguida se desinflan como un globo y luego es difícil saber qué era precisamente aquello que te quería contar tu personaje para un relato.
Tienes que verlo como un pequeño maratón. Proponte parir tu relato en cinco días y no te levantes del asiento hasta que hayas escrito al menos 500 palabras en una sentada.
Y te estarás preguntando, pero ¿cómo?
Bueno, tú te sientas y tu primer objetivo es conseguir la primera frase, después la segunda, así poquito a poco, te vas sacando la historia que te ha escogido a ti para ser contada. Frase a frase.
Como dice Anne Lammott, es como conducir de noche. Los faros de tu coche alumbran sólo un metro, pero cuando lo has pasado, las luces te alumbrarán otro metro. Y así lo tienes que ver.
Otro consejo, y éste es de García Márquez: deja siempre escrita la primera frase del párrafo con el que seguirás al día siguiente. Yo lo hago, y te aseguro que me ahorra varios minutos de calentamiento.
Y sobre todo CONFÍA. Confía en que la historia se va a contar por sí sola a través de ti, tú solo tienes que hacer tu trabajo de sentarte a escribir y no levantarte. Si crees en ella, ella creerá en ti.
Ya verás como si te entrenas en escribir relatos, dentro de poco tendrás tantos que incluso podrás elaborar ya tu primer LIBRO de relatos.
Dicho esto, en el arte no hay nada escrito y lo más importante es escuchar lo que tú de verdad quieres y tu intuición te está diciendo.
Si de verdad sientes que hay una historia aporreando a tu puerta que se presta más para una novela que para un relato corto, ¡adelante! Tú eres la que mejor lo sabe. En esta respuesta a Izaskun puedes ver cómo hago yo eso de escribir una novela.
Así que ponte manos a la obra con estos pasos que te he dado. Y luego me cuentas, ¿vale?
Y tú, ¿en qué fase te encuentras?
¿En la escena o en el relato?
¿Cómo pasas tú normalmente de la escena al relato?
O, ¿quizás a la novela?
Espero tu respuesta abajo en los comentarios.

Soy escritora de ficción y ayudo a creadoras con ganas de empezar o retomar su escritura creativa para que se pongan en marcha ya. Si te encanta la idea de escribir, pero sientes miedo o inseguridad, pincha AQUÍ, y accederás a todo el material gratuito que he preparado para ti con mucho cariño y dedicación a partir de las experiencias con los estudiantes de mi curso online VIAJÁNDOME, mis mentorias privadas y mis talleres presenciales en Ámsterdam y el Instituto Cervantes de Utrecht.
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¡Wwwooww!
Nunca me había planteado escribir un relato tal como lo explicas en este artículo, me ha encantado Kristina. En breves voy a probar este método 😉
A mí, normalmente me viene una idea y me pongo a escribir (o tiro de la lista de ideas donde voy anotándolas cuando llegan, jejeje), según voy escribiendo se me va ocurriendo lo que va a suceder, a veces me llega mas de una idea y tiro por una y si veo que me bloqueo tiro de las otras…
Creo que me va a venir muy bien aplicar estos pasos.
Muuuuchas gracias.
Abrazo!
Pruébalo Bego a ver cómo te sientes haciéndolo de esta forma.
Quizás lo puedes probar en algún momento en el que te notes que no avanzas con una idea.
Pero por lo que cuentas, yo creo que el modo en el que tú lo haces está muy bien, dejarse llevar sin censura es muy importante y veo que siempre tienes ahí tus recursos para hacerlo.
Fuerte abrazo,
Kristina
Estoy en el medio de un relato, que no consigo terminar. Lo dejo un tiempo hasta que se me hayan sintetizados los acontecimientos que constantemente me pasan por la cabeza. Es que se trata de nuevo de algo muy triste. No concibo lo que paso y debo primero distanciarme de ataques de emocion, de rabia. Me siento culpable por no haber interceptados ciertas senales. Pero no dejare el relato sin acabarlo . No soporto la idea de que pudiera caerse al olvido por mi culpa. No tardare en volvere a poner mano a la histoira.
.
Hola Jeannette!
A veces cuando las cosas son demasiado recientes, es mejor dejar pasar un tiempo.
Intenta escribir sobre otras cosas hasta que las emociones se hayan calmado.
Ahora estás dentro de la televisión digamos, necesitas verlo todo desde fuera.
Para eso se necesita tiempo.
Tú tranquila, escribe sobre otras cosas y ya está.
Abrazo,
Kristina