¿Te pasa que a veces entras en una librería y sólo con ver todas esas historias encapsuladas en portadas vistosas te entran muchas ganas de ir a casa inmediatamente y ponerte a trabajar tu escritura creativa?
Recuerdo que en la Escuela de Escritores de Utrecht teníamos una profesora de escritura creativa que nos insistía en que nos olvidáramos de nuestro deseo publicación y nos concentráramos en escribir algo bueno. Reconozco que tenía razón en lo de concentrarse en escribir algo bueno, pues si no completas una buena historia de pies a cabeza, de nada te sirve pensar en su publicación.
Sin embargo, esa obsesión por no querer hablar del tema de la publicación lo único que hacía es que nos pasáramos los 15 minutos íntegros de la pausa de la clase de escritura creativa en el pasillo hablando justamente de eso: de cómo se llegaba a eso de la publicación.
¿Por qué un escritor tendría que sentir vergüenza por decir que desea publicar? Al fin y al cabo, ¿no es el sueño de todo artista ver su trabajo rematado y terminado frente a su público interesado?
Un pintor quiere ver sus cuadros en una galería para que otra gente los disfrute y si los compra, pues aún mejor. Porque así su seguidor podrá disfrutar de su creación a diario en el salón de su casa.
Un intérprete de danza o un actor ensaya su coreografía o su obra para poder presentarla en un escenario, para que la gente pague una entrada por verla, la disfrute, le aplaudan muchísimo y de este modo pueda sustentar su siguiente creación.
¿Por qué existe ese tabú en torno al deseo de un escritor de publicar un libro y no te digo, ganar dinero con ello?
Yo aún no tengo la respuesta a esta pregunta, pero a diferencia de mi profesora de entonces, yo les digo a mis estudiantes de escritura creativa que Sí. Que una vez tengan algo bueno escrito y completado según el criterio que seguimos en mis sesiones de escritura creativa, que SÍ piensen en publicarlo.
Afortunadamente desde el año 2005, además del camino tradicional oficial de la publicación que luego te explicaré, también puedes optar por seguir otro camino: el camino de la publicación en la era digital.
Cuando hablo de este tema, siempre me gusta mencionar la historia de mi amigo Mikel Santiago (que por cierto vendrá a hablarte de su oficio de escritor en este blog el próximo 3 de junio con motivo del lanzamiento de su segunda novela con Ediciones B: El Mal Camino – Apúntate abajo con tu nombre y email si no quieres perderte su entrevista).
El caso es que Mikel Santiago, tras recibir varias cartas de rechazo de las editoriales, se lanzó a publicar sus relatos por entregas en su blog El Relatódromo. Como él mismo dice, ése fue su patio de juegos de escritura creativa durante varios años. Allí iba colgando sus relatos por entregas y recibía comentarios de sus lectores directamente.
Su siguiente paso fue lanzarse a publicar su primera novela corta con Smashwords, gracias a lo cual Historia de un Crimen Perfecto fue distribuida por varias plataformas de venta de libros electrónicos como Barnes & Noble.
Nunca se imaginó que unos meses más tarde, este ebook se encontraría entre los 10 más vendidos en esa plataforma de venta. Y lo que ni se le pasó por la cabeza en ese momento es que un scout literario le contactaría y a través de un agente terminaría publicando su primera novela larga La última noche en Tremore Beach con Ediciones B, que ya va por su sexta edición y cuyos derechos han sido comprados por la productora cinematográfica de Amenábar.
Con esto no quiero decirte que justo esto vaya a pasarte a ti. Lo único que quiero asegurarte es que hoy en día afortunadamente existe otro camino para llegar hasta tus lectores, para disfrutar del placer de escribir una historia y, a continuación, en vez de guardarla en el cajón, lanzarla al mundo para que otras personas disfruten de ella. Un modo inimaginable, hasta hace poco, de estar en contacto directo con el público que te lee, de recibir sus comentarios y de crecer aún más con ello.
Y claro que también puedes optar por seguir el camino tradicional desde el principio. De hecho, ése fue el que yo seguí para la publicación de mi primera novela pues no conocía el otro. Pero nunca te olvides de que hay otra opción además de la de tocar las puertas de las grandes editoriales.
En el caso de que quieras ir directamente a por el sueño de ver tu obra terminada con una portada atractiva y con el logotipo de una editorial de renombre, aquí van algunos consejos:
Primero: escribe a diario.
Lo siento, sé que soy muy recalcitrante con esto. Sé que puedo resultar una pesada repitiéndote este mantra en todo el material gratuito que te puedes descargar en mi página web.
Pero esto no hay quien lo ponga en duda: la práctica hace al maestro. Y esto sirve para todas las disciplinas artísticas. ¿Qué hacía Van Gogh? Pintaba todos los días, aunque tuviera cero garantía de que alguien le fuera a comprar un cuadro algún día.
Lee y escribe. Fíjate en cómo escriben los creadores a los que admiras. Vuelve a escribir. Y así día tras día. Eres escritora porque escribes a diario. Tengas otras obligaciones o no. Si no escribes con regularidad, no eres escritora. Punto final.
Segundo: completa un buena historia.
Y aquí es donde le doy la razón a aquella profe mía de escritura creativa de la Escuela de Escritores. Edita y reescribe hasta tener una buena historia terminada con la que te sientas satisfecha.
Pide ayuda. Búscate a alguien que pueda ir leyéndote lo que escribes y darte su feedback. Yo también lo hice. No sólo tuve un escritor como mentor sino que también mostré mi manuscrito a tres personas que saben de escritura creativa antes de enviar mi manuscrito a una editorial.
Tercero: envía tu relato a un concurso o revista literaria.
Hay que empezar por fijarse objetivos pequeños. Mi primer objetivo fue publicar en una revista literaria holandesa.
Mientras trabajas en el manuscrito de tu libro que puede ser un proyecto de larga duración, escribe también un relato corto. Yo así fue como empecé. Dediqué tres años a trabajar en mi novela, pero a la vez escribía relatos cortos.
Una vez se publicaron mis poemas y relatos en revistas literarias, ya tenía una buena tarjeta de presentación con la que tocar la puerta a una editorial holandesa.
Cuarto: envía tu manuscrito a una editorial junto con tu tarjeta de presentación
En la carta de presentación deberías mencionar que ya has sido publicada en tal o cual revista literaria con anterioridad. O que has ganado tal o cual concurso. Si envías tu manuscrito con esta carta de presentación, al menos estarás segura de que te leerán el primer capítulo.
Según me confesó mi redactora después de llamarme para la primera cita sobre mi manuscrito, una editorial recibe igual 1000 manuscritos al año y, cómo comprenderás, no se los pueden leer todos.
Así que piensa en tu carta de presentación: ¿en qué revistas literarias podrías intentar publicar o qué concursos literarios podrías intentar ganar para tener una buena tarjeta de presentación? Apunta en esa dirección. Recuerda marcarte primero objetivos pequeños con tu escritura creativa.
Y piensa que tanto yo como muchos de mis colegas, tenemos bastantes cartas de rechazo guardadas en casa que nos llegaron antes de recibir la gran respuesta afirmativa.
Persiste.
Y si te cansas de intentarlo por ese camino, lánzate al camino de la publicación digital como lo hizo Mikel Santiago. Nunca sabes a dónde te va a llevar.
Y ahora es tu turno, ¿cuál de estos dos caminos te animarías a probar y por qué? Escribe tu respuesta en los comentarios de aquí abajo. Me muero de curiosidad por saberla. ¿Quizás incluso ya has probado alguno de los dos caminos?
Gracias por compartir con todos nosotros toda esta practica información. Con estos granitos de arena hacemos màs grande la montaña Internet. Enhorabuena por esta web.
Saludos
Gracias por tu comentario Juan!
Me alegro de que te haya gustado!
Es cierto lo que dices, son granitos de arena que hacen la montaña más grande y más bella!
Saludos,
Kristina